Dambulla es, con su complejo de cuevas eremitas sobre la montaña albergando estatuas de buda gigante y frescos maravillosos, por imperativo una visita imprescindible en Sri Lanka. Lugar de peregrinaje sagrado durante 22 siglos, este monasterio de cuevas, con sus cinco santuarios, es el complejo de templos-cuevas más grande y mejor conservado de Sri Lanka. Las pinturas murales budistas (con una superficie de 2.100 m2) son de especial importancia, al igual que las 157 estatuas.
Las Cuevas y el Templo de Oro de Dambulla, patrimonio de la UNESCO.
La UNESCO no tardó en incluirlo en su listado de Patrimonio de la Humanidad en 1991, y es que pocos lugares pueden transmitir la magia y el encanto como Dambulla. A lo largo y ancho de Sri Lanka hay numerosas cuevas y frescos antiguos, pero el templo de las cuevas es sin duda uno de los mejores conservados del país.
Habitadas por monjes budistas que habitan los bosques desde el siglo III a. C., estas cuevas naturales se han transformado continuamente a lo largo del período histórico en uno de los complejos budistas más grandes y destacados de la región del sur y sureste de Asia. Siguiendo con una larga tradición de las prácticas rituales budistas y el continuo patrocinio real, los santuarios de las cueva de Dambulla se sometieron a varios programas de renovación y restauración antes de asumir sus formas interiores actuales en el siglo XVIII.
Los vastos espacios internos de los santuarios de las cuevas no están compartimentados, sino que están espacialmente diferenciados por una disposición deliberada y sutil de esculturas policromadas de excepcional artesanía y decoradas con brillantes composiciones de pinturas murales.
El Templo Dambulla (en cingalés: Dam̆būlū Len Vihāraya, y en tamil Tampuḷḷai Poṟkōvil) se halla geográficamente en el centro de la isla, en el distrito de Matale, dentro del denominado ‘triángulo cultural’, que engloba Anuradhapura, Polonnaruwa y Sigiriya. Se trata de un destino muy conocido y es relativamente fácil llegar desde Colombo, para todos los que quieran visitarlo al llegar a Sri Lanka.
Historia de Dambulla
Las cuevas de Dambulla, al igual que las cuevas de Mihintale, fueron ocupadas en tiempos muy remotos por ermitaños budistas. Los templos fueron tallados a lo largo de varios siglos, pero el más antiguo data del siglo I a.C. En el interior hay numerosas estatuas talladas de Buda y su fiel discípulo Ananda, así como deidades hindúes.
Dambulla se convirtió en un popular lugar de residencia de monjes budistas al menos desde el reinado del rey Vattagamani Abhaya. Según la tradición huyó de su reino, Anuradhapura, cuando fue invadido por los indios del sur, siendo ayudado por los monjes que residían en cuevas como Dambulla. Bajo su protección se iniciaron las obras de cuatro de las cinco cuevas del complejo actual visitable de Dambulla
El sucesor de Vattagamani, Mahaculi Maha Tissa, continuando la dedicación de su tío, dedicó gran parte de su vida a la devoción religiosa. El siguiente rey que patrocinó a Dambulla fue Nissankamalla, quien realizó giras por todo el país, repartiendo limosnas durante estos recorridos. El rey parece haber estado interesado en visitar lugares destacados como Dambulla, dejando constancia en una inscripción de los templos en la roca entre el número I.
Aunque siguió siendo un famoso centro religioso, Dambulla no parece haber recibido la atención de los reyes cingaleses después de la caída del reino de Polonnaruva a finales del siglo XII d. C. El reino de Sri Lanka durante este período vivió un declive y una consecuente despoblación. Como resultado, antiguos centros religiosos como Dambulla quedaron relegados a un segundo plano.
Dambulla volvió a cobrar protagonismo como centro religioso en el siglo XVIII. En el manuscrito Dambulu Vihara Tudaputa de 1726 d. C., se afirma que el rey Senaratna (Senarat) (1604-1635 d. C.) de Kandy restauró y reparó el templo. El último gran benefactor real del templo fue el rey Kirti Sri Rajasinha (1747-1782 a. C.) bajo cuyo patrocinio revivió el budismo en las provincias de Kandy. La cueva No. 3, que luego se usó como almacén, fue excavada por orden de este rey y convertida en otro santuario.
La cueva más grande se conoce como Maharaja Vihara Lena, o Cueva de los Grandes Reyes, llamada así porque la cueva contiene las estatuas de dos antiguos grandes reyes de Sri Lanka: Valagambahu y Nissankamalla. Del mismo modo, cincuenta estatuas de Buda, incluida una de granito de tamaño natural, se encuentran dentro del templo, al igual que una pequeña estupa rodeada por once Budas sentados.
Las paredes y el techo de la cueva están completamente pintados con pinturas que representan eventos históricos budistas y murales con diseños budistas tradicionales.
Algo peculiar del templo de Dambulla es la cueva en la que hay un gran cuenco de metal. Se colocó dentro de la cueva hace siglos, presumiblemente para recoger la lluvia que goteaba del techo de la cueva, y se afirma que incluso en una sequía severa, el agua del cuenco no se seca.
Actualmente los monjes llevan a cabo los rituales diarios y son responsables del mantenimiento general, la protección y el cuidado de las cuevas. Los monjes utilizan parte de la recaudación de la puerta de los turistas extranjeros que visitan la propiedad para estos fines.
Qué ver en Dambulla
Dambulla es un lugar relevante de peregrinaje religioso para el budismo, pero también lo es para los viajeros que acuden para ensimismarse con su historia y arte. En la roca que sobresale de la vegetación hay numerosas grutas trogloditas que esconden más de 150 estatuas de Buda. Y aunque el número de cuevas es mayor -alrededor de 80-, solo se pueden visitar cinco de ellas que se alzan a unos 160 metros de altura.
Es difícil determinar la parte exacta de caverna excavada, pero se piensa que la mayor parte de ella era natural, ampliada y tallada por los monjes.
Hay cinco cuevas (salas de santuario) en el templo de Dambulla. Todas estas cuevas están llenas de estatuas de Buda y varios personajes importantes de la historia del budismo. En total se contabilizan más de 150 imágenes de Buda en estas cuevas.
Los patrones de los diseños decorativos se asemejan a los de Sigiriya, con intervenciones que llegan hasta finales del siglo XII. No hay ejemplos existentes de este estilo después del siglo XIII.
Su estilo es puramente bidimensional; con una influencia de las escuelas de pintura que florecieron en Deccan (sur de la India) bajo el patrocinio de los gobernantes musulmanes. Los frescos que adornan la cueva de Dambulla representan esta nueva escuela de pintura cingalesa. Se cree que la fase más temprana está en la Cueva No. 2, con diseños que muestran una estrecha afinidad con la ornamentación de los frescos de Sigiriya.
Cuevas de Dambulla
A continuación se detallan las cinco cuevas de Dambulla, ordenadas en función de la sucesión según accedimos al recinto de religiosos abierto sobre una explanada que da acceso a las grutas. Todas ellas se encuentran bajo una enorme roca que queda por encima, con una línea de goteo tallada para mantener seco el interior y preservar los frescos.
Devaraja Lena (Cueva 1)
Devaraja Lena, Cueva del Rey Divino (numerada como Cueva 1), es la más antigua de todas las grutas de Dambulla, y cuyo Buda reclinado tallado en roca viva mide unos 14 metros, siendo tan monumental que no deja indiferente a nadie. A los pies de la estatua hay una figura de Arhat Ananda, el alumno favorito de Buda que llora su pérdida, y otra de Visnu a la cabeza del Buda.
La posición de los pies de la estatua de Buda representa e identifica el el estado de Parinirvana o paso final antes de la muerte. La túnica larga habitual cubre el cuerpo hasta el tobillo dejando al descubierto el hombro derecho y el pecho. La forma de la cara es redonda. Los ojos son simplemente rasgados, la frente es estrecha y la oreja es deforme. El cabello se muestra esquemáticamente mediante una serie de puntos. La túnica de textura fina está representada en una serie de costillas estrechamente acanaladas que están dispuestas juntas de dos en dos. El resto del cuerpo está bien ejecutado en proporciones bien formadas excepto por la rigidez de los pies y la pierna derecha.
Aunque en esta cueva hay pinturas en las paredes y el techo, están pendientes de restauración para paliar el resultado del daño causado por el incienso quemado por los devotos.
Maharaja Lena (Cueva 2)
La Cueva 2, Maharaja Lena es posiblemente la más espectacular de las cinco visitables, siendo la de mayores dimensiones con cuarenta metros de largo y hasta siete de alto en algunas partes. Decorada con decenas de imágenes de Buda, sus paredes superiores están totalmente cubiertas de frescos, y además hay una estupa rodeada por imágenes de Buda.
El deleite visual aturde, con 16 estatuas en pie y 40 más de Buda sentado, se completa con la representación de los dioses Saman y Visnú, y las estatuas del rey Vattagamani Abhaya y el rey Nissanka Malla, ambos promotores de la decoración. Es por ello que se conoce a la cueva como Maharaja lena, «Cueva de los Grandes Reyes«.
La figura de Buda de pie debajo de un Makata Torana cuidadosamente ejecutados y esculpidos, son las imágenes principales de la sala del santuario. La representación de la imagen del Buda está en Abhaya Mudra, es decir, indicando tranquilidad, seguridad, ausencia de miedo y bendición divina.
La figura es hermosa, esculpida con rasgos robustos y extremidades algo exageradas en proporciones. Los pliegues que parten de la túnica se muestran mediante surcos. El hombro y el brazo derechos están desnudos. Los ojos de las imágenes están tallados con los párpados abiertos y los labios son gruesos. La imagen está de pie sobre un pedestal de loto de piedra de forma circular.
A la derecha y a la izquierda del Buda encontramos respectivamente dos figuras de pie. Son las dos deidades, Natha y Maitreya, quienes, según la creencia budista, se convertirían en budas en el futuro.
A la derecha de la entrada hay una hermosa estupa (estructura budistas que custodia reliquias), de unos cinco metros y medio de altura, cuyo amplio pedestal circular está adornado con cuatro figuras de Buda, cada una mirando hacia un lado diferente. La fotografía de la estupa es una de las más icónicas de Dambulla y de toda Sri Lanka. Los peregrinos acuden para meditar junto a ella y se depositan ofrendas.
Hacia el extremo este de la sala del santuario, hay un goteo perpetuo de agua que se filtra a través del techo desde huecos en la parte superior de la roca, que son abastecidos por la lluvia. Las gotas de agua se recogen en un recipiente colocado en un pequeño recinto cuadrado hundido en el suelo y utilizado exclusivamente para fines sagrados. Se cuenta que tiene poderes curativos, siendo esencialmente un avituallamiento de agua.
Diferentes manifestaciones de Buda.
El resto de las imágenes de Buda en esta cueva están dispuestas en fila a poca distancia de los lados y del paseo interior de la sala de azulejos, pero no agrupadas. Ninguno se coloca cerca de la pared exterior, excepto el que está en posición recostada, que es bastante nueva. En el extremo norte de la cueva, las figuras están dispuestas en doble fila. Los murales en la pared representan la historia de los reyes, pintados en el siglo V.
Al estar restaurada e iluminada permite observar mejor los frescos, siendo una de las mejores para captar con la cámara de fotos su belleza. Todo el interior de esta cueva, sea roca o pared, está pintado con colores brillantes de los que predomina el amarillo. El techo más cercano a la entrada se usa principalmente para representar la vida de Buda, antes y después de su iluminación.
En esta parte, el artista también ha intentado pintar los primeros momentos del nacimiento de Buda. En otras, en cambio se reflejan diversos momentos de la juventud del príncipe Siddhartha, el futuro Buda. Por ejemplo, saliendo de su palacio para mostrar sus habilidades con las armas. A Siddaharta exhibiendo su habilidad en el tiro con arco. Saliendo de su morada en busca de la Verdad. Los monstruos del ejército de Mara, el malvado, atacando al Buda. Al propio Mara, el maligno, derrotado junto a su elefante después de ser vencido por Buda.
En el extremo oriental de esta cueva hay un pequeño hueco detrás de la hilera de estatuas de Buda, formado por una enorme roca que sobresale, cuyas paredes están cubiertas de pintura. En la entrada a este receso, hay una estatua de pie de un rey, identificado como Nissankamalla, quien llevó a cabo profundas reparaciones en el templo. Esta parte de la cueva parece haber sido utilizada por el artista para ilustrar la historia de la Isla. Los frescos, de esta parte, comienzan con el período más antiguo y fabuloso de la historia del país. Entre estos frescos, destacan y ocupan un gran espacio las hazañas de Vijaya, el primer gobernante histórico del país, del que se dice que procedía de la India. El artista parece haber estado interesado en ilustrar el viaje de este héroe, que está representado por un barco rodeado de monstruos marinos.
La siguiente obra de interés es la dedicación de la isla al Buda tras la llegada del árbol Bo y las reliquias sagradas. Esto lo imaginó el rey Devanampiyatissa (250 210 a. C.), quien gobernó el país en vísperas de la introducción del budismo en Sri Lanka, guiando un arado tirado por un par de elefantes, asistido por monjes encabezados por Arhat Mahinda, quien introdujo el budismo en Sri Lanka.
Otra pintura aquí representa la construcción de la gran ciudad y otros edificios religiosos importantes en Anuradhapura. Pero quizá, la pintura histórica de mayor calidad técnica de esta parte es la que representa el combate singular entre Dutta Gamani, el mayor héroe de los cingaleses, y Elara, la usurpadora india que gobernó la parte norte del país durante 44 años. El rey indio se representa cayendo de su elefante, atravesado por la jabalina de su enemigo.
En la esquina norte del receso hay dos estatuas de pie talladas en madera. La creencia común es que estas figuras representan deidades. Uno ahora se identifica en Sri Lanka con Visnu, el famoso dios hindú, y las imágenes de Visnu se ven junto a las de Buda en una gran cantidad de templos en la isla. Se supone que el otro, a saber, Sumana (o Saman), es una de las cuatro deidades guardianas del país.
En la esquina norte de la cueva hay cuatro imágenes de Buda sentadas, frente a la sala principal. Se supone que estas figuras son las de Kakusanda, Konagama y Kassapa, los predecesores de Go Tama, el Buda, que está representado por la última estatua.
A la derecha de la entrada norte de esta cueva, hay una figura de pie frente a la imagen principal de la sala del santuario de azulejos, que se supone que representa al rey Vattagamani Abhaya, el primer benefactor de Dambulla.
Maha Alut Vihara (Cueva 3)
La cueva Maha Alut Vihara (Cueva 3), destaca por el Buda reclinado cuyas dimensiones asombran. Se talló con postura yacente, su cabeza sobre una almohada, descansando sobre su mano derecha, siendo bastante similar a la de la Cueva No. 1. Tiene unos diez metros de largo y está bien proporcionada, el rostro es hermoso, y la expresión de su semblante notablemente pacífica y apacible.
Dispone de dos accesos y está separada de la Cueva No.2 por una pared de mampostería. Se la conoce como la Cueva del Gran Templo Nuevo, construida en el siglo XVIII por el rey Kirti Sri Rajasinha.
A la izquierda de la entrada a la cueva hay una figura bien ejecutada de este rey, con sus ropas de estado, que se asemejan a las que usaban los reyes de la dinastía Nayakkar, que gobernó el país hasta la ocupación británica en 1815.
En el techo destaca un gran mural que representa a Buda y las paredes están decoradas con ricos colores que representan la vida de Buda y la historia del budismo. La tradición artística de esta cueva es la del período de Kandy. Esta cueva contiene cincuenta figuras de Buda.
Paccima Viharaya (Cueva 4)
Paschima Viharaya es la Cueva Nº 4, también denominada Templo Occidental. Esta cueva es la más pequeña de todo el complejo pero contiene una dagoba (estupa) en su interior. También se pueden ver varias estatuas de Buda. Los murales son el gran atractivo de esta cueva, además de las estatuas de los dioses hindúes Vishnu y Saman.
La cueva contiene diez figuras de Buda. La imagen principal que está bajo una torana ( puerta monumental característico de la arquitectura budista) es del mismo tamaño que las demás estatuas. Es una figura muy hermosa de Buda sentado en el dhyana mudra (postura de meditación) tallada en la roca natural que forma la cueva . La imagen está en buen estado de conservación y pintada en colores brillantes en el período de Kandy.
Las características de la imagen son claramente discernibles. Las orejas son largas con lóbulos perforados. La nariz, los ojos y los labios están bien ejecutados, la frente está algo hundida. Una túnica cubre el cuerpo desde el hombro hasta los pies, dejando el hombro derecho al descubierto. Las túnicas se muestran bien caídas y con pliegues sueltos. El cabello en la cabeza se trata con puntos en filas, elevándose hasta formar un bulto en forma de moño.
Estas figuras están bien ejecutadas y brillantemente pintadas, y la mayoría de ellas son tan grandes o más grandes que el tamaño natural.
Devana Alut Viharaya (Cueva 5)
Devana Alut Viharaya o Cueva del Segundo Templo Nuevo (numerada como Cueva 5), es la última cueva por orden. El valor histórico es menor ya que fue realizada en la segunda década del siglo XX.
Lo más destacado que podrás ver en el interior de esta cueva también es una gran figura de Buda tumbado de unos diez metros de largo. Mientras que las estatuas del resto de cuevas fueron realizadas con roca de granito, las estatuas de esta cueva se hicieron de ladrillo y yeso.
Templo de oro de Dambulla
A los pies de la colina, y visible desde la carretera se divisa el denominado Templo de Oro, junto a una gigantesca estatua de Buda sentado, y cuya altura de 30 metros impresiona nada más llegar a Dambulla.
Se trata de una estructura nueva, construida apenas en el año 2.000 gracias a donaciones de Japón, y aunque llamativa muchos la consideran poco coherente con la historia de las cuevas que encontramos colina arriba.
Allí, en el Templo de Oro, se encuentra un museo dedicado al budismo que sirve de introducción previa antes de acometer la subida por los escalones que llevan al santuario. También allí se encuentra el lugar para comprar las entradas, algo muy importante ya que si subimos sin ella no será posible acceder a las cuevas.
Lo recomendable es no acudir con prisas a Dambulla, ya que la condensación de rincones del complejo de cuevas es tan grande que merece la pena dedicar tiempo a ver los frescos y budas del interior de las cavidades.
Consejos entrada
Dependiendo de si se visitan otros lugares «cercanos» a Dambulla como la Roca de Sigiriya a una media hora, puede ser un buen lugar como campamento base para dormir y alojarte en uno de los hoteles de la zona. Al tratarse de una zona turística hay bastante oferta para elegir.
La subida por las escaleras puede parecer tedioso y de cierto esfuerzo físico, sobre todo con calor, pero sin duda merece mucho la pena. En el camino de ascenso encontraremos vendedores de souvenirs y de flores y frutos para las ofrendas ( “pooya”), además de los omnipresentes y curiosos monos. No sienta miedo, simplemente ignórelos si le causan miedo.
Fuera de temporada, por ejemplo en mayo, la afluencia es menor, por lo que no encontrará excesivos visitantes, mientras que en temporada alta o si coincide con una festividad local, puede encontrarse bastante gente, siendo peor momento para disfrutar del interior de las cuevas.
En el interior de las cuevas, especialmente en las que aún no se han restaurado, la iluminación es precaria por lo que si nuestra intención es sacar fotos -permitidas sin flash- tendremos que ajustar bien la ISO y apertura de la cámara u optar por un trípode.
Al tratarse de un templo, es necesario descalzarse y evitar enseñar las piernas y los hombros, por lo que hay que adecuar la vestimenta a la visita a Dambulla.
Dónde dormir
Cómo llegar a Dambulla
La ciudad de Dambulla está a cuatro horas en coche desde Colombo, existiendo la opción de llegar con autobuses o viajes organizados con chófer. Desde Polonnaruwa, antigua capital de Sri Lanka también hay autobuses, pero en ambos casos hay que tener en cuanta que para alcanzar el templo y las cuevas de Dambulla tendremos que ir en Tuk Tuk ya que está a las afueras de la ciudad.
Viajes a Dambulla
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