Qué ver en Sri Lanka

Nunca es fácil elaborar un listado de «lo mejor, lo imprescindible, lo único» que debemos ver y visitar en el viaje a Sri Lanka. Y es que siempre depende de los intereses del viajero, y de factores como el tiempo a dedicar en nuestra estancia, el modo de transporte para moverse por el país, o las motivaciones personales de cada uno.

Sri Lanka, un país con mucho que ver y descubrir
Sri Lanka, un país con mucho que ver y descubrir

Entre todo lo que podemos disfrutar hay enclaves designados Patrimonio de la Humanidad por Unesco, espacios naturales convertidos en reservas de animales, paisajes panorámicos difíciles de igualar cubiertos por arrozales, bosques o campos de té, templos budistas e hinduistas o actividades de turismo activo que van desde el surf, trekking, avistamiento de ballenas, safaris, rafting o cursos de gastronomía local. No parece poco ¿verdad?

Qué ver en Sri Lanka imprescindibles

La dimensión de Sri Lanka puede parecer no demasiado grande, pero dado que las distancias se miden más en horas que en kilómetros, conviene planificar bien el viaje si nos movemos en transporte público a nuestro aire.

Campos de té de Sri Lanka
Campos de té de Sri Lanka

Por otro lado la densidad de lugares interesantes es tal que muchas veces las guías solo destacan los lugares más conocidos, intentando priorizarlos sobre otros quizá más desconocidos pero de gran interés.

En el interior de Sri Lanka se encuentra el denominado triángulo cultural, que engloba las ciudades sagradas de Anuradhapura, la antigua Polonnaruwa, el yacimiento de Sigiriya, las cuevas de Dambulla y el centro budista de peregrinación en la Ciudad de Kandy.

Triángulo cultural de Sri Lanka
Triángulo cultural de Sri Lanka

Polonnaruwa

Polonnaruwa fue una de las antiguas capitales de Sri Lanka, y su visita es imprescindible para conocer la grandiosidad del reino cingalés. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la gran extensión del recinto, que combina templos aún venerados con ruinas de edificios y estupas, es ideal para desplazarnos en bicicleta y dejarnos engatusar por el innegable encanto de Polonnaruwa.

Polonnaruwa, uno de los imprescindibles de Sri Lanka
Polonnaruwa, uno de los imprescindibles de Sri Lanka

Entre los Jardines Reales encontraremos el Cuadrángulo, una de las visitas más deslumbrantes de Polonnawura, y donde están los edificios construidos entre los siglos XI a XIII de Vatadage, el Lata Mandapaya o el Hatadage.

Sorprende el Vatadage, con su forma circular de 18 metros de diámetro, y que en su día custodió el diente sagrado de Buda. Y no menos maravillosa es la roca monasterio de Gal Vihara, con las cuatro tallas de Buda, esculpidas en la roca, la mayor una representación de Buda tumbado de 15 metros de longitud.

Uno de los budas tallados de Gal Vihara, en Polonnaruwa
Uno de los budas tallados de Gal Vihara, en Polonnaruwa

En el extremo norte de Polonnaruwa no hay que perderse Thivanka, la casa de las imágenes, con frescos de gran calidad en el interior de un edificio profusamente ornamentado también en el exterior.

Anuradhapura

Otra joya histórica y arquitectónica  en la historia de Sri Lanka es la ciudad sagrada de Anuradhapura. También Patrimonio de la Humanidad, fue otra de las antiguas capitales que aún conservan yacimientos arqueológicos de sorprendente calibre.

Estupa de Jetavanaramaya en Anuradhapura
Estupa de Jetavanaramaya en Anuradhapura

Entre ellos resalta la dagoba o estupa de Ruwanwelisaya de mármol blanco, construida en el siglo II a. C., que junto a la de Thuparama del siglo III a. C. se alzan hacia el cielo como si fuesen fruto de la acción de un gigante.

Isurumuniya es otro de los puntos señalados para ver, con su templo excavado en la roca que cuenta con multitud de relieves y esculturas, siendo considerado el más antiguo de la isla. Los peregrinos y monjes suelen acudir al Sri Maha Bodhi, un árbol sagrado nacido desde la rama del árbol donde Buda recibió la inspiración y el Nirvana. Los estudios dendrológicos lo datan en el 288 a.C. siendo uno de los más vetustos de Sri Lanka.

Visitar el enclave en tuk-tuk, bicicleta o paseando nos permite entender y valorar la inmensidad de las obras ejecutadas para honrar a Buda.

Sigiriya

La sola vista de la Roca de Sigiriya alzándose entre la selva sirve para encandilar al más escéptico sobre si merece la pena visitar el yacimiento. Conocida como la roca del león, es uno de los lugares más famosos  de Sri Lanka y que resulta imprescindible de ver.

Garras de la Roca del León de Sigiriya
Garras de la Roca del León de Sigiriya

La gran mole de piedra de 200 metros, es el resultado de la erupción de un volcán extinto. Camino de la cima, se suceden diferentes espacios de las ruinas del palacio del rey Kasyapa ( siglos V y VI), y al llegar a lo alto las vistas de los alrededores son igualmente sensacionales.

Las escaleras del último tramo, secundadas por dos garras de un león esculpidas en piedra y las sorprendentes pinturas dejarán boquiabiertos a los viajeros.

Y si contamos con más tiempo (otro día extra), es recomendable madrugar para ver el amanecer desde el punto panorámico de la roca de Pidurangala, muy cerca de Sigiriya. Ver salir el sol desde allí es algo habitual, con la luz recortando la figura de la Roca del León.

Cuevas de Dambulla

Dambulla es de los lugares a apuntar sin dudas en la lista de «lo que hay que ver».  Patrimonio de la Humanidad, reúne a un conjunto de cuevas en cuyo interior de han tallado esculturas de Buda, y decoradas con frescos, y estatuas de dioses hindúes, el dios Vishnu y el dios Ganesh.

Escultura de Buda en Dambulla
Escultura de Buda en Dambulla

Su visita deja sin palabras. Habitadas desde la prehistoria, fue con la llegada de monjes budistas hace 2.000 años cuando se convirtió en un lugar religioso

Al conjunto de cuevas se le denomina Templo de Oro de Dambulla (en realidad el templo museo está a los pies del pico donde se encuentran las cuevas), y es también conocido como Dambulla Rajamaha Viharaya.

Kandy

A la ciudad de Kandy se le suele mencionar como el centro espiritual más importante de Sri Lanka. Pero además de converger como punto de peregrinaje en los eventos budistas, Kandy es una ciudad muy viva y especial. Dentro del ya mencionado Triángulo cultural, el Templo del Diente de Buda, donde se encuentra la reliquia del diente de Buda se posa a unos de los lados del lago Bogambara que preside el centro de la ciudad.

Templo del Diente de Buda en Kandy
Templo del Diente de Buda en Kandy

Las montañas actúan como abrigo natural y al mismo tiempo punto panorámico para verla desde lo alto. Pasear por ella es encontrarse con edificios coloniales, templos como Kataragama, Vishnu o Pattini, los Monasterios de Asigiriyacon y Malwata y el Jardín Botánico de Peradeniya a las afueras.

Coincidir con el gran festival Esala Perahera, la celebración en honor a Buda en la que los peregrinos esperan para ver la reliquia sagrada, mientras en las calles se suceden los desfiles de elefantes adornados, bailarines, música y lámparas, puede ser una de las experiencias más enriquecedoras del viaje a Sri Lanka.

Vista de Kandy
Vista de Kandy

Ella Badulla

Las Tierras Altas son más que una invitación a subir a la zona de más altura de Sri Lanka. En parte suponen ponernos a la altura de las nubes que chocan contra los picos que se yerguen hacia un cielo limpio y salvaje.

Arco Iris en Ella
Arco Iris en Ella

Uno de los puntos de interés es el pueblo de Ella, cuyos paisajes cautivan ya desde el clásico viaje en tren desde Nuwara Eliya.

Ya en Ella hay que prodigarse en excursiones de senderismo como la del cerro Little Adam´s Peak, la Roca de Ella, las Cascadas Ravana o diferentes plantaciones de té que permiten conocer uno de los productos más exportados desde Sri Lanka. Tampoco nos podemos olvidar del Nine Arches Bridge, el puente de nueve arcos cuyo tren es muy codiciado para los fotógrafos.

Tren pasando el puente Nine Arch Bridge
Tren pasando el puente Nine Arch Bridge, Foto del viajero Juanje

Nuwara Eliya

Nuwara Eliya es uno de los lugares particulares de Sri Lanka gracias a la mezcla de la cultura local con la presencia de los británicos durante el control que ejercieron en la época colonial. El estilo arquitectónico british se funde con elementos cingaleses y alusiones budistas.

Oficina de correos de Nuwara Eliya
Oficina de correos de Nuwara Eliya

Y lo que en su día fue un refugio de veraneo de la élite británica que residía en Sri Lanka se ha convertido en un apacible pueblo rodeado de paisajes de campos de té. Las mujeres recolectoras, casi siempre de etnia tamíl son el contraste de color con su vestimenta al verdor de las plantaciones de té.

Conocer los campos de te y las fábricas son una de las actividades para hacer en Nuwara Eliya
Conocer los campos de te y las fábricas son una de las actividades para hacer en Nuwara Eliya

Al atardecer se agradece el tranquilo paseo para ver la oficina de correos al más puro estilo británico o el jardín botánico de Victoria Park.

Desde Nuwara Eliya, la capital del té de la antigua Ceilán podemos plantear rutas de senderismo parque nacional de Horton´s Plain, tremendamente sugerentes.

Yala

Hay que anotar que hay bastantes parques nacionales de interés en Sri Lanka, y que dependiendo del momento del año no es mala idea dejarse aconsejar sobre cuál es mejor visitar en función del nivel del agua de los lagos o de los movimientos migratorios de la fauna. Aún así el Parque nacional de Yala siempre aparece entre los más destacados.

Elefante en el Parque Nacional de Yala
Elefante en el Parque Nacional de Yala

En Yala viviremos la experiencia de un safari en 4×4 para ver elefantes, búfalos, cocodrilos, más de 200 tipos de aves, escurridizas serpientes, o graciosos herpestidae (mongoose), pero sin duda el rey de Yala es el leopardo, que no siempre se logra fotografiar pero donde es el mejor lugar para verlo.

Por algo es el más famoso y visitado de Sri Lanka, y su situación en el sureste del país junto a magníficos resorts y playas salvajes es un aliciente extra.

Galle

La ciudad costera de Galle en el sur de Sri Lanka es un contrapunto arquitectónico que no se puede encontrar en otro lugar de la isla. Su imponente bastión fortificado recuerda los de Funchal en Madeira o incluso a los de Campeche en México o La Habana en Cuba. De origen portugués, fueron los holandeses y británicos los que lo sucedieron, convirtiendo la villa marinera de pescadores en un importante enclave en el comercio de especias.

Fortaleza de Galle al sur de Sri Lanka
Fortaleza de Galle al sur de Sri Lanka

En el interior de la ciudadela, protegido por Unesco como Patrimonio de la Humanidad, se mezclan las animadas calles con ambiente de terrazas, restaurantes y tiendas, con las casas coloniales, iglesias, templos y mezquitas.

Playas de Sri Lanka

El Sur de Sri Lanka es la zona de más y mejores playas, aunque eso no quiere decir que podamos encontrar preciosas en toda la costa.

Siempre hay algunas más célebres, como las playas del sur: Unawatuna, Mirissa y Medaketiya (Tangalle con sus atardeceres), pero si por ejemplo nos encontramos en el noreste, la extensa playa de Trincomalee con sus aguas poco profundas puede ser un destino ideal para ir con niños en familia, y al mismo tiempo no renunciar a monumentos como el templo hindú de Koneswaram (o también llamado Thirukonamalai Konesar), o a bucear en los fondos marinos de las Pigeon Island (y luego retozar en la playa de Nilaveli).

Para los que buscan playas por otras motivaciones Arugam Bay, es el paraíso de los surferos, -situada en el sureste de Sri Lanka- o en el suroeste Hikkaduwa y Koggala que por complejidad es para surfers más expertos . Por otro lado, en muchas del sur podremos ver tortugas o hacer una salida en barco para el avistamiento de ballenas y delfines en la Bahía de Weligama.

Santuario de tortugas en Sri Lanka
Santuario de tortugas en Sri Lanka

Y si estamos en Colombo y queremos una escapada a playas no muy lejanas, algunas de las más destacadas son Bentota al sur de la capital -y con santuarios de preservación de tortugas-, Beruwala también al sur y meta de windsurf, y Negombo en el norte, la más cercana al aeropuerto para un último baño.

Pescadores Zancudos

Conviene no ir con expectativas en lo que concierne a sacar las famosas fotografías de pescadores zancudos. En su día una tradición, actualmente son más un reclamo turístico que una realidad. Esto quiere decir que podremos encontrarlos pero a veces son más un deseo del viajero paso previo por caja, que una actividad u oficio. En todo caso Koggala y Welligama son dos de los lugares que siempre se mencionan para verlos. Pensad que los mejores momentos de pesca son a primera y última hora del día, por lo que es más probable que encontremos pescadores reales en esas horas..

Estos pescadores se sustentan en un poste dentro del agua y, desde allí, pescan. Ten en cuenta que al haberse convertido en un símbolo del lugar no es raro que te pidan pagarles para sacarles una foto. Merece la pena observarlos y ver su destreza a la hora de pescar.

Minneriya National Park

El Parque Nacional de Minneriya es junto a Udawalawe uno de los más apreciables desde el punto de vista de los elefantes que lo habitan. Perfectamente compaginable con el de Yale, Minneriya que está entre Habarana y  Polonnaruwa, tiene el aliciente de incluso podemos ver elefantes que han salido de la zona del parque y cruzan la carretera ante nuestros ojos atónitos.

Elefante en el Parque Nacional de Minneriya
Elefante en el Parque Nacional de Minneriya

La mejor época para visitarlo es de mayo a septiembre, con el comienzo de la estación seca, cuando los elefantes se acercan a los lagos a beber y refrescarse.

Buda de Aukana

Los budas tallados son habituales en Sri Lanka, y junto a los de Dambulla en el interior de las cuevas, el Buda de Aukana con sus más de doce metros de altura tallados en roca de granito, es otro de los lugares que merece la pena visitar en Sri Lanka.

Buda de Aukana
Buda de Aukana

Mihintale

Mihintale es considerada la cuna del budismo en Sri Lanka tras su llegada de India. Lugar de peregrinación y cargado de religiosidad, allí los monjes cuidan de las ruinas, entre ellas un hospital Ayurveda, la enorme estupa circular Chetiya (Stupa), el refectorio o la Maha estupa sobre la columna.

Colina de Mihintale considerada la cuna del budismo en Sri Lanka
Colina de Mihintale considerada la cuna del budismo en Sri Lanka

Su ascenso por las escaleras ante los ojos atentos de los monos que habitan la zona es una experiencia que no olvidaremos.

Adam’s Peak

Para muchos el «Pico de Adán» es una de las mejores cosas que hacer en Sri Lanka, y la razón es que disfrutar de un paisaje natural admirable, una experiencia de trekking y el aporte cultural de visitar en enclave sagrado tanto para hinduistas, musulmanes y budistas.

Adam's Peak, lugar imprescindible de Sri Lanka
Adam’s Peak, lugar imprescindible de Sri Lanka

La reliquia sagrada del santuario es una roca con forma de huella que atribuyen a Adán, Buda o Shiva en función de la religión que profese cada creyente.

Adam’s Peak (importante, no confundir con el Little en Ella) atrae a muchos peregrinos, a los que no asustan sus cerca de 5000 empinados escalones ni la altura de 2243 metros. Allí depositan sus ofrendas antes del amanecer tras horas de ascensión.

Colombo

Dejar a Colombo, capital de Sri Lanka para el final no significa menospreciar su interés. Bien es cierto que el viajero puede sentirse tentado de restar días en la gran ciudad sabedor de que en el resto de la isla encontrará lugares para ver más diferentes a lo que el «asfalto» puede brindar. Sin embargo, Colombo es una ciudad interesante y que merece la pena aunque sea con una breve pero intensa visita.

Cosmopolita y vibrante, en ella podemos hacer una ruta incluyendo el Museo Nacional de Colombo, el Parque Viharamahadevi, el Templo Gangaramaya, la Mezquita Jami Ul-Alfar, el barrio financiero de Colombo llamado Fort con sus cada vez más abundantes rascacielos, o las calles del Galle Face Green y el mercado Pettah, ambos una oportunidad de ver cómo vive la gente de la capital.

En Colombo podemos vivir el día con comida en restaurantes de gran nivel y precio asequible, y la noche, con espacios de marcha para todos los gustos.

Una Sri Lanka no tan conocida

Algo más alejada de los itinerarios del turismo tradicional, lo que equivale a más autenticidad y menor afluencia de viajeros, están algunas zonas de las isla de Sri Lanka como el norte, territorio donde se concentra gran parte de la etnia tamíl. Poco a poco se va abriendo el camino para que los que ya conocen Sri Lanka de un primer viaje, descubran otras partes de la isla.

Torre de Ambuluwawa en Gampola
Torre de Ambuluwawa en Gampola

Es por ello que con un poco más de atención y tiempo podemos conocer «otra Sri Lanka», ponernos en contacto con la población siempre sonriente, y dejarnos seducir por lugares como Buduruwagala con su buda tallado (el más grande del mundo) o Kalpitiya, interesante si nos motiva el kitesurf,o la impresionante Ambuluwawa Tower cerca de la ciudad de Gampola, espectacular por su altura en medio de la vegetación, y una oda a la convivencia religiosa, albergando un templo budista, un santuario hindú, una capilla y una mezquita.

Tallas de Buda de Buduruwagala
Tallas de Buda de Buduruwagala

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